Bodega de arte Claroscuro Cosecha 2020: Una cosecha atípica, que nunca se vió.

En esta breve nota te contamos los desafíos de la cosecha 2020, marcada por el COVID-19, las consecuencias del cambio climático y la complejidad logística.

Todos los años son diferentes, cada cosecha tiene sus particularidades, sin embargo hay algunos años que nunca vamos a olvidar; el 2020 va estar entre ellos.
Fue una cosecha atípica producto de las altas temperaturas mendocinas que la adelantaron unos 20 días. A ésto se le sumaron las heladas tardías y la escasez de agua.
Frente a estas problemáticas nos vimos obligados a tener un uso racional del riego, provocando un mayor estrés hídrico que el habitual.

 

 

Previo a la implementación de las normativas de cuarentena en Argentina, ya se había cosechado el 40% de las uvas, lo que significó hacer un esfuerzo con menos personal a fin de llegar a tiempo para cosechar el 60% restante. De esta manera nos enfrentamos a nuevos desafíos y obstáculos como la reducción del personal por turno respetando el distanciamiento social. Podemos decir que esta fue una de las cosechas más desafiantes que atravesamos, entre las medidas de extremo cuidado y la sanidad de las uvas como consecuencia de la falta de precipitaciones.

 

En palabras de nuestro enólogo Diego Barrera:
“Nunca pensé cosechar uvas tintas los primeros días de marzo, generalmente comenzamos a cosechar a mediados de abril. Sin embargo, fue una de las mejores cosechas. En términos de calidad: sana la uva, mucho color y estructura, con alcoholes potentes, y un PH soñado, ideal para realizar grandes vinos y jugar con la madera. Van a salir grandes vinos de guarda en esta cosecha. Todo tiene un porqué, debido a las extremas temperaturas se empezó a cosechar antes, cuando se decretaron las medidas relacionadas con el coronavirus, teníamos 40% de la cosecha adentro y pudimos terminar con menos personal. Conclusión fue inédita por el contexto social y atípica por el clima, la clave fue la unión del equipo”.

 

 

En Valle de Uco y en nuestra finca maduró todo muy rápido; casi todas las variedades al mismo tiempo. Se tuvo que cosechar y moler la uva contra reloj, porque cada día que pasaba implicaba un aumento en el grado de azúcar, por ende, en el nivel de alcohol. Las uvas cosechadas por las condiciones climáticas tienen pieles más gruesas, por lo que se realizaron maceraciones cortas para no extraer taninos agresivos. Se obtuvieron excelente grados de acidez y muy buen PH. Generalmente, obtenemos un PH del 3,9 en nuestra finca. En la vendimia 2020, tuvimos un PH de 3,5 que para el Cabernet Franc es ideal. Vamos a tener vinos con muy buena estructura, ideales para la crianza en barrica. En 10 años estaremos saboreando estos vinos y recordando muchas historias del 2020, un año que no vamos a olvidar.

 

A ésto nos referimos cuando te invitamos a que disfrutes con una buena copa de vino los claroscuros de la vida.